Yo no escribo para imbéciles.
Así se expresaba Arnold Schoenberg y añadía en forma de advertencia: «Un compositor que compone para el público no piensa en la música». Andaba yo cansado de escuchar; de oír, diría yo. Eran días en los que no encontraba la música que necesitaba. Escuchaba a Brahms y había llegado a Mahler. Su música orquestal profunda,…