El que tengo delante de la puerta bastaría para mantenerme ocupado durante meses».
Després de restar molt temps allunyat d’Alberto Giacometti això es el que trobo, i una mica més:
«el ciego avanza la mano en la noche.
los días pasan y me ilusiono con atrapar, detener lo que huye».
i encara més:
«No veo esculturas veo la oscuridad».
La percepció no es més que una inflexió de la mirada, afegim aquest discurs i es per això que sorgeix el temps, però no és un temps real es un temps que ens issola.
El pas ferm no desferma la eternitat ans aviat ens aïlla i es ben cert com que l’eternitat s’issola en veure els fragments de les coses. Car, en fer-se bocins les coses, tot esdevé d’un mode únic, fràgil.
Supongo que habría que alargar más las frases, descifrar para mi su significado, pero no logro deshacer su caràcter conciso, es como si mi mano lo hubiera garabateado y no lograra encontrar donde inició el primer giro. A veces pensamos con girando continuamente entorno nuestro, a veces en torno a nuestra ausencia y es entonces cuando se hace del todo imposible encontrar el rastro de la mirada, es tarde, tal vez sea eso lo que sucede ahora, sucede que escribir me aleja, me mantiene quieto, sereno, y ya preso del cansancio me obliga a escribir con el placer de quien no escribe para agradar sino para quedarse.
Inicié este fragmento volviendo una vez más a Alberto y quiero acabar murmurando con la voz de Wallace Steven alguno de sus últimos dibujos para seguir preso y olvidarle por un tiempo.
I have
finished my combat with the sun;
And my body, the old animal,
Knows nothing more.